¿Cómo transito desde el dolor hacia el amor en mi vida?

Nuestra sociedad vive experiencias colectivas que nos conducen a territorios de lágrimas y dolores. Entre tanta angustia, adquirimos el hábito de vivir en un permanente estado de sufrimiento y nos volvemos adictos a experiencias nocivas que limitan nuestro potencial humano.

Una explicación científica apunta a la búsqueda de adrenalina, hormona segregada principalmente por las glándulas renales, que aumenta la presión sanguínea, el ritmo cardíaco y la cantidad de glucosa en la sangre, generando ansiedad y acumulando tensiones en el cuerpo. Estas reacciones son originadas por el miedo y otros detonantes que permiten secretar la hormona. Nuestro cuerpo se acostumbra a esta sustancia y busca constantemente sensaciones que nutren estas emociones.

A la inversa, un neurotransmisor llamado serotonina desarrolla la comunicación de las neuronas entre sí, eleva el estado de ánimo, favorece el control de las emociones y permite regular el apetito, entre múltiples beneficios físicos. Se genera a partir del triptófano, un aminoácido esencial presente en alimentos como el maíz, el plátano y las leguminosas. Seguir una dieta propicia, realizar actividades deportivas y cultivar el hábito de la meditación, favorece la generación de esta hormona en nuestro cuerpo.

Los seres humanos estamos llenos de oportunidades, sin embargo las elecciones siempre son personales. Existe información que nos permite optar por lo mejor para nuestras vidas, dejar de ser adictos al dolor y el sufrimiento, convertirnos en creadores de armonía y belleza desde la elevada frecuencia del amor.

Un abrazo.

Pao Rioseco.

Imagen creada con Dall-E 3